LA CADENA DEBE HABLAR DEL TEMA ALIMENTOS

Síntesis de la columna del Dr.Miguel Saredi en nuestro programa Directo al Grano de este viernes 12 de octubre.
"En este programa de Directo al Grano me quiero referir al tema de la semana que es indudablemente el precio de los alimentos en general, ahora sintetizado en el precio de las hortalizas y frutas, y en especial estos días en el precio del tomate. Aunque fué la papa hace unas semanas y dicen - a no reírse- que será la calabaza o los lácteos a partir de la semana que viene.

En un articulo que sale este sábado en el diario La Nación seguramente me referiré a ello; pero lo que hoy me preocupa es la necesidad de difundir la necesidad entre nuestra gente que los precios de los alimentos es un tema prioritario de comunicación de nuestra cadena agroindustrial y agroalimentaria.

Porque más allá de las horas de televisión, y de medios, de las inexactitudes de muchos periodistas, no pueden seguir pagando el costo del precio de los alimentos de consumo interno nuestros productores.

Ayer, aunque todavía se siguen sufriendo las consecuencias: los ganaderos, ahora los hortícolas, mañana los tamberos, y si seguimos así los "privilegiados" agricultores pueden seguir el mismo camino, si no trabajamos en la necesidad en la difusión, en la comunicación de nuestras ideas.

Recomiendo un artículo de Sergio Britos, que es un joven licenciado en Nutrición de la UBA y que sigue muy ligado a esa Universidad, y en cuyo portal www.nutrinfo.com.ar o en el de Fanus www.fanus.com.ar pueden encontrar un claro y concreto artículo sobre la Alimentación, la Inflación y la Política Alimentaría.

Allí Britos, detalla como luego de la crisis del 2001-2002 donde Argentina tocó fondo, y durante el 2002-2003 en medio de la catástrofe se veían imágenes permanentemente de niños desnutridos, como se sucedían las cruzadas contra el hambre y se mostraban cientos de comedores y de experiencias comunitarias (entre ellas el boom de la solidaridad sojera).
Más adelante incluso se legislaría y se aprobaría el Programa de Seguridad Alimentaría "El Hambre más Urgente".

Hoy pasados 3 años hay dos problemas que se siguen repitiendo con respecto a la alimentación:

1.-No hay política de salud y alimentaría más allá de soluciones o planes parciales en algunas áreas de Salud.
2.-Hay una fuerte batalla del Gobierno, mediática, a veces casi escandalosa por controlar los precios de los alimentos básicos. No por cuestiones de salud o nutrición sino para acotar el índice de inflación en la cual cualquier método es viable.
Como por otro lado la cadena de calor agroalimentario atraviesa a nivel mundial, y local, una época de bonanza, se intenta desde ámbitos oficiales plantear este crecimiento como antagónico a los objetivos de crecimiento con equidad.

La verdad marca que la formidable coyuntura agroalimentaria debe ser motivo más de construcción que de antagonismo, y que:

-Debe haber una política alimentaría y de salud para todos, que incluya por supuesto una revisión del reparto de alimentos en las tradicionales y a veces penosas cajas y menúes de gran parte de los comedores comunitarios con aporte de calorías de baja calidad. Migrar desde el el comedor estilo "almacenero" a un modelo más profesionalizado, basado en protocolos y normas de alimentación escolar (salvo dice el autor que se quiera establecer un parámetro de de pobres y petisos pero a la vez con sobrepeso, y por el otro lado no pobres con malos hábitos alimentarios).

-¿Porque el sector agroalimentario y la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación no tienen injerencia en la discusión de estos temas? ¿No es importante más de 600 tn de pan, 1200 de leche, y 12OO de frutas por día?

- Si el problema fuera la nutrición y la alimentación de todos los argentinos, y en especial de los sectores más carenciados e incluso de nuestras clases medias bajas por incluirlas junto a sectores asalariados que hacen que sus magros ingresos complique su satisfacción alimentaría no se igualaría absolutamente a todos con las retenciones indiscriminadas al agro, o el IVA generalizado a todos los habitantes incluso de la canasta básica. Se hace para mantener el superávit fiscal y para controlar el índice del Indec queda claro, porque si la preocupación fuera el acceso económico de los más pobres hay mecanismos mucho más justos como subsidiar el precio de los alimentos a través de tarjetas magnéticas por ejemplo, y muchas otras medidas que podemos ir detallando en el futuro".....